sábado, 27 de febrero de 2010

Que llueva, que llueva!


Me parece que nos pasamos un “pelín”. Lo cantábamos de niños: Que llueva, que llueva, / la virgen está en la cueva, / los pajaritos cantan, / las nubes se levantan, / ¡que si! / ¡que no! / que caiga un chaparrón, / con agua y con jabón, / que rompa los cristales de la estación.

Estoy convencido de que fuimos muy pesados y machacones, y de que la tramitación en el Departamento de Chubascos, Chaparrones, Tormentas y Huracanes ha sido tan lenta que ahora es cuando nos está cayendo, junta, toda aquella lluvia que pedíamos y sus intereses acumulados.
Estoy convencido de que si ahora a un niño se le ocurre cantar eso de ¡que llueva, que llueva!, lo corren a gorrazos hasta que se calle. Porque, desde luego, no seria socialmente correcto.

¿Quién tendrá la culpa de esta meteorología? ¡Buena pregunta, amigo Watson!

A todos nos han metido “la peste en un canuto”, con esa noticia, dada a bombo y platillo, de que esta tarde se producirá en Galicia una “ciclogénesis explosiva”, palabreja que se han inventado los meteorólogos, y que otros llaman “tormenta perfecta” (que viene a sumarse a la “tormenta” que está cayendo en todo el país), con vientos que superarán los 100 km/hora y rachas de 160 km/hora.

¿Y qué es la ciclogénesis explosiva? Es la formación (génesis) de un sistema ciclónico (en este caso una borrasca), de forma (explosiva). En nuestras latitudes se produce cuando una borrasca profundiza tan violentamente que la presión atmosférica, en su centro, desciende como mínimo 18 milibares en menos de 24 horas, lo cual es una verdadera patada en los mismísimos… de la dinámica atmosférica habitual.

Desde luego no se quien está liándola con tanto “follón” atmosférico, que están teniendo que soltar agua de muchos embalses (por razones que nadie me ha explicado), contribuyendo a las inundaciones aguas abajo.

Tal vez pueda interesar un dato: la capacidad de los embalses españoles es de 55.223 millones de metros cúbicos, y en el momento actual (a pesar de estar desembalsando a toda pastilla varios de ellos), tienen almacenados (23/02/2010) 39.947 millones de metros cúbicos, lo que supone el 72,34 % de su capacidad, y lo que refleja un incremento, respecto a la semana anterior, de 1.585 millones de metros cúbicos (el 2,87 %).

Pero lo que más llama la atención es que, hasta Navidad (semana 51), estábamos muy por debajo de la media, se anunciaba un porvenir seco, consecuencia del cambio climático (ver las hemerotecas), se pronosticaban restricciones, y los “especialistas” nos anunciaban el inicio de un nuevo ciclo de sequía….

Llegó San Pedro, y dijo aquello de ¡agua va!, para comentar callandito: Queríais agua… ¡os vais a hartar de ella!. Abrió las puertas del cielo,...y ahí estamos, en una curva de agua embalsada que sube y sube, despendolada, presagiando al diluvio. Y no sube más porque callandito están abriendo los embalses (y no me han explicado porqué).

Y me pregunto: ¿Si no saben predecir lo que va a ocurrir en tres meses, nos vamos a creer las predicciones del “cambio climático”? Pues para mí que no. Y, sobre todo, que no hablen de “científicos”, los papanatas y papahuevos que quieren callar a los escépticos de la culpabilidad del hombre en el traído y llevado “cambio climático”, que esto es como las brujas “que haberlas “hailas”…”, pero no como algunos lo venden.

Rafael Fernández Rubio

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